El 2019 no es que haya sido un gran año, pero si echo la vista atrás, veo que tampoco ha sido malo
La mayoría del tiempo lo he pasado trabajando, comprando o en casa, que… bueno, también son momentos de felicidad, pero no es como para contarlos, imagínate; salí de trabajar y pasé por el supermercado, compré papel higiénico, harina, café y unos filetes de contramuslo, me pareció poco y le pedí medio kilo más, luego en casa me di una ducha, estuve recogiendo la ropa que había dejado tendida y me puse a preparar un puré de patata para acompañar los filetes, que los hice a la plancha con un poquito de ajo y perejil. Me los comí viendo las noticias en Tele 5 y luego pasé a la Sexta a ver el intermedio, un saludo a Sandra Sabatés que me cae genial y a su maquilladora, que me cae mejor.
Y así de parecido ha pasado básicamente todo mi año. O sea, nada especial, aunque yo creo la vida no se trata de momentos especiales (facebook si). Por eso si uno está consciente y sano en el día a día, creo que ya es motivo para estar feliz.
Claro que la chispa la dan esos momentos algo más especiales que se salen un poco de la rutina diaria, por ejemplo, el 2019 yo lo puedo recordar como el año que nacieron las mellizas Leire y Coral, y también el pequeño, pero grande Lorenzo. El año que se rodó el corto «Pastillas» de Fernando Simarro y posteriormente su presentación la noche de Halloween.
También será recordado porque Violeta se fue de viaje a Bélgica y también a Londres. La visita de Lénica a España, el viaje a Santander a la boda de María. El encuentro improvisado con Toñin y Cristina, la visita al pueblo de Eva, el viaje a Soria.
La sesión de fotos en el parque de Torre Arias, el pic-nic en la fuente del berro, la excursión a Segovia, el fin de semana con Valentina, la visita de Marina y las chicas cuando Ara Malikian tocó en callao.
La fiesta en la sierra con Alex family & friends, la nueva casa de Esther, el bautizo de Adriano, el fin de semana en Madrid con la Kuki
Mi primera procesión de los voltios, las barbacoas en el ático de Begoña, el estreno de la película «Ya no hay locos» del Noi del Sucre con Lorenzo Morales, el cumpleaños de Guaraní sobre patines y unos cuantos encuentros más, algunas exposiciones, teatro, conciertos, cine, museos…
y como no? la fiesta de mi cumpleaños, cuando nos juntamos los más queridos amigos y pasamos uno de los más memorables días del año.
Pero la referencia más notable es, como siempre, las vacaciones. Ese mes que no se parece nada al resto del año, lo que verdaderamente marca la diferencia y que este año ha sido, sin duda, unas vacaciones fantásticas. La «odisea» por la costa de Turquía hasta la Capadoccia, un estupendo viaje acompañado de la mejor de las compañías, Violeta. Y el viaje a USA destino Hawaii con parada en Boston.
Lo peor del año ha sido el triste e inesperado fallecimiento de Sohee, lo que ha sido un tremendo shock para todos. También fue un mal momento la complicada operación de Violeta, quye por suerte todo salió bien y haber acabado el año con una estúpida lesión de rodilla, que parece ser que poco a poco irá desapareciendo.
Ahora dar la bienvenida a los años 20 y que pueda seguir comprando papel higiénico.
Ozzy 